ABC DE LA EDUACIÓN INTEGRAL EN LA SEXUALIDAD

2023-06-15 | Psic. Liliana del Bosque Chávez |

ABC DE LA EDUACIÓN INTEGRAL EN LA SEXUALIDAD


Se ha platicado sobre nuestras crías viendo pornografía y la exploración de su cuerpo a través de la masturbación en la primera infancia. Hemos concluido que lo más importante en el abordaje de ambas situaciones es recibir educación sexual; y no solo en el abordaje, sino también de forma preventiva para estas y muchas otras situaciones que se presentaran a lo largo de la vida.


Hemos hablado de escenarios ideales en los que, desde la infancia, existe la posibilidad de manifestar dudas e inquietudes abiertamente sobre la sexualidad; en donde padres y madres responden a estas transmitiendo información acorde a la edad, experiencia y curiosidad de sus hijos e hijas. 


Pero ¿será suficiente hablar abiertamente sobre sexualidad para educarnos en ella?...


La respuesta podría ser afirmativa para muchas personas. Sin embargo, es necesario considerar que la sola “transmisión” de información puede no ser suficiente, pues esta puede estar permeada de creencias, mitos, tradiciones, etc. Es entonces cuando surge la necesidad de contemplar aspectos específicos para abarcar todo el espectro de la sexualidad y su abordaje en la educación.




Para tener una mejor idea, les comparto lo que la Organización Mundial de la Salud define como Sexualidad:


Dimensión fundamental del hecho de ser humano: Basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. Si bien la sexualidad puede abarcar todos estos aspectos, no es necesario que se experimenten ni se expresen todos. Sin embargo, en resumen, la sexualidad se experiencia y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos” (i).


Con base en lo anterior, podemos comprender que es necesario contemplar varios aspectos para educar en sexualidad de manera integral. Esta no solo se reduce al coito, a las infecciones de transmisión sexual (ITS) o a la reproductividad; información que comúnmente incluyen y desarrollan los programas escolares cuando “educan” en sexualidad.

Entonces, sí las experiencia educativas no integran todos estos aspectos, ¿cómo podemos contribuir a complementar la educación sexual que reciben nuestros hijos e hijas?





Para tal efecto, les comparto las Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad, emitidas por la UNESCO.

Estas incluyen una serie de aspectos que se deberían considerar al transmitir información y educar en sexualidad (ii):
1.     Científicamente precisa: Contar con información avalada por el método científico.
2.     Gradual: Que va desde lo más simple a lo más complejo
3.     Adecuada a la edad y etapa del desarrollo: se acompaña con el punto anterior, enseñarla acorde a la edad y necesidades particulares de cada persona.
4.     De base curricular: estructurada, contemplando todas sus partes en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
5.     Integral: Reconoce todos los aspectos importantes y necesarios a considerar durante el proceso; edad, contexto cultural y social, desarrollo temático, etc.
6.     Basada en un enfoque de Derechos Humanos: siempre respetuosa de la condición humana, contribuyendo además a generar conciencia en los educandos.
7.     Basada en la igualdad de género: No fomenta las diferencias sociales y culturales que puedan contribuir a generar más desigualdades.
8.     Adecuada al contexto cultural: Resalta la importancia de comprender los contextos y como estos influyen en el desarrollo de conductas que no siempre son las idóneas para fomentar la salud sexual.
9.     Transformadora: Favorece el autoconocimiento, la autoestima y por ende las relaciones interpersonales, fomentando el respeto propio y hacia las demás personas, dicha conciencia favorece la toma de decisiones responsables y el consenso. 
10.  Capaz de desarrollar las aptitudes necesarias para fomentar elecciones saludables: personas reflexivas, informadas y responsables, tomando mejores decisión es para el bienestar propio y de quienes nos rodean.

Como padres y madres preocupados en conocer más sobre el tema de la sexualidad, siempre es posible acercarnos a personas que cuenten con la experiencia y el conocimiento necesarios para recibir la mejor orientación y apoyarnos en este camino de aprendizaje.



(i)                 Organización Mundial de la Salud, Asociación Mundial de Sexología. Promoción de la Salud Sexual: Recomendaciones para la acción. Guatemala, 2000. Disponible en: https://www1.paho.org/spanish/hcp/hca/salud_sexual.pdf?ua=1
(ii)                UNESCO y CO. Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad: un enfoque basado en la evidencia. 2018. Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000265335

 

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