2022-09-13 | Dr. Luis Ayala |

VITAMINA C

En algún momento de la historia, entre el siglo XV y el siglo XVIII, se detectaron signos y síntomas en marineros que hacían largas travesías: cansancio prolongado, manchas en la piel, petequias, hinchazón de encías y cambios en la flora bucal, que provocaba una importante halitosis; éstos eran apenas algunos de los síntomas que estos hombres presentaban y que en ocasiones progresaba hasta la muerte.

No pasaron menos de dos siglos antes de poder detectar que esta enfermedad (después identificada como escorbuto) se relacionaban con el nulo aporte de vitamina C en la dieta.

¿Cuál fue la solución? en ese entonces al detectar la causa, los ejércitos ingleses y los navíos comerciales empezaron a hacer grandes inversiones para comprar galones de jugo de lima o limón preservado en brandy francés como rudimentario suplemento que disminuyó drásticamente la morbilidad y la mortalidad.

¿Qué es la vitamina C?

Conocida también como Ácido Ascórbico, es un nutriente hidrosoluble que se puede encontrar en diversos alimentos como el jitomate, limón, limas, naranjas, entre las más desatacadas.

Los seres humanos al igual que otras especies no pueden sintetizar esta vitamina por lo que su aporte debe venir siempre del entorno, de la alimentación. Las cantidades mínimas necesarias no rebasan los 80 μmol/L en plasma y esto puede conseguirse con la ingestión y/o suplementación de entre 400 mg y 1000 mg al día.

Sin embargo, la dieta actual y la carencia de nutrientes en los alimentos derivados de los cambios y sobre-explotación de cultivos, no permite que estos mínimos necesarios sean alcanzados. Si bien obtenemos la cantidad necesaria de vitamina C para no padecer escorbuto, esto no significa que aprovechamos todo el potencial nutricional y antioxidante de la vitamina C.

Para el investigador Linus Pauling, ganador Premio Nobel de Química en 1954, era importante según sus investigaciones, dosis altas de vitamina C suplementada buscando la mayor cantidad de beneficios antioxidantes y antienvejecimiento. Sin embargo, investigaciones actuales hablan de que la suplementación debe ser orientada según las condiciones del paciente, considerando edad, peso, actividad y condición de salud.

Según la National Institute of Health (NIH) las cantidades promedio diarias de vitamina C, expresadas en miligramos (mg), que se recomiendan para las personas de diferentes edades son las siguientes:

La suplementación debe ser orientada según las condiciones del paciente, considerando edad, peso, actividad y condición de salud.

¿Para que me sirve la Vitamina C?

En el cuerpo, actúa como antioxidante al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. ¿Y que son los radicales libres? Son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía. Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta.

Además, el cuerpo necesita vitamina C para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas. La vitamina C también mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades.

A continuación, algunos ejemplos de como afecta la Vitamina C a nuestro cuerpo según la National Institute of Health (NIH):

Prevención y tratamiento del cáncer: Es posible que quienes consumen gran cantidad de vitamina C al comer frutas y verduras corran menos riesgo de tener varios tipos de cáncer.
Enfermedad cardiovascular: Al parecer, quienes comen frutas y verduras en abundancia corren menos riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Los investigadores creen que el contenido de antioxidante de estos alimentos podría ser en parte responsable de esta asociación porque el daño oxidativo es una de las principales causas de la enfermedad cardiovascular.
Degeneración macular relacionada con a edad y cataratas: Algunos estudios indican que las personas que consumen más vitamina C presente en los alimentos corren menos riesgo de padecer cataratas.
Resfriado común: Los suplementos de vitamina C no reducen el riesgo de resfriarse. Sin embargo, quienes toman suplementos de vitamina C con regularidad podrían sufrir resfriados de duración levemente menor o síntomas algo más leves al resfriarse.

¿Qué alimentos son fuente de vitamina C?

Las frutas y verduras son las mejores fuentes de vitamina C. Para ingerir las cantidades recomendadas de vitamina C, consuma alimentos variados como:

• frutas cítricas (por ejemplo: naranjas y limones) y sus jugos, así como pimientos rojos y verdes y kiwi, ricos en vitamina C.
• otras frutas y verduras, como brócoli, fresas, melón, papas horneadas y tomates, que también contienen vitamina C.

El contenido de vitamina C de un alimento podría disminuir al cocinarse o almacenarse por tiempo prolongado. Es posible que al cocinar los alimentos al vapor o en hornos de microondas la pérdida de vitamina C sea menor.

Afortunadamente, muchas de las mejores fuentes de vitamina C, como las frutas y verduras, se comen crudas.

¿Qué tipos de suplementos dietéticos de vitamina C existen?

La mayoría de los suplementos multivitamínicos contienen vitamina C. Además, esta vitamina se consigue sola, como suplemento dietético, o combinada con otros nutrientes.

En general, la vitamina C presente en los suplementos dietéticos se encuentra en forma de ácido ascórbico, pero algunos suplementos contienen otras formas, como ascorbato de sodio, ascorbato de calcio, otros ascorbatos minerales y ácido ascórbico con bioflavonoides.

Debes considerar que algunos productos están fabricados de tal manera que ayudan a la absorción máxima sin la irritación estomacal que pueden presentar algunas presentaciones de ácido ascórbico.

Para más información siempre asesórate con alguno de nuestros profesionales.

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Dr. Luis Alberto Ayala Monroy