IDENTIDAD SEXO-GENÉRICA

2023-02-25 | Dr. Luis Ayala |

IDENTIDAD SEXO-GENÉRICA



En los campos de la sexualidad y de las sexualidades, los términos, conceptos y acepciones son muy importantes, nos ayudan a generar un dialogo incluyente, diverso y constructivo.

Si bien somos todas y todos diferentes, nuestras singularidades y diferencias pueden ser fuente de riqueza y no motivo de separación.  Aquí radica la importancia de tener un marco mínimo conceptual que nos permita construirnos a todas y todos desde nuestras diversidades, y para ello hoy les hablare de la Identidad Sexo-Genérica. 






 

¿QUÉ ES EL SEXO?


Cuando un ser humano nace cuenta con características y diferencias físicas que nos permite asignarle un sexo biológico determinado. En el caso de los machos, pene y escroto y en el caso de las hembras, vulva. Estas primeras asignaciones son necesarias y practicas porque nos permiten establecer protocolos de verificación y tener directrices al momento de la atención de un recién nacido. Es importante saberlo y diferenciarlo para fines clínicos, así los pediatras y neonatólogos pueden establecer potenciales riesgos inherentes a un sexo u otro, por ejemplo: al intuir y prever la morbilidad y mortalidad de machos y hembras según las semanas de gestación. 
 


¿QUÉ ES EL GÉNERO?


Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene designar un sexo al recién nacido, llega un momento donde deja de ser relevante y la estafeta pasa al grupo social más cercano que comúnmente es la familia. Identificando estas diferencias antes descritas se asigna un género (hombre o mujer) y con ello una expectativa construida según la época, geografía, cultura, economía, usos, costumbres, etc., por lo que el recién nacido antes de saberlo claramente ya tiene *“responsabilidades y expectativas”* sobre su comportamiento, gustos, necesidades, aspiraciones y otras tantas cosas, y a esto le llamamos *género*


 





En algunos casos, por poner un ejemplo: nacer como hembra en una familia, digamos los Pérez en la ciudad de los Mochis, Sonora en la década de 1970 hace suponer que tendrás que cubrir ciertas expectativas como ser vestida con ropa clara, falda, coletas, moños y que cuando crezcas seas atenta, silenciosa, delicada y sumisa, es lo que espera el grupo más cercano de una hembra que deberá asumirse como niña, mujer, esposa, madre y abuela durante su via.

Pero ¿qué pasa si estos atributos y elementos asignados al sexo biológico a lo cual le llamamos género no le cuadran y no le sientan bien? Tal vez esta hembra se identifica más con atributos y elementos típicamente relacionados con el género masculino como el uso de pantalones, sombreros, botas y camisas vaqueras y en ese caso esta discrepancia pudiese ser motivo de burla, acoso, violencia y rechazo por el mismo grupo social donde convive. 
 
Afortunadamente muchos estudios sobre el género nos permiten darnos cuenta que todas y todos tenemos una manera de identificarnos con nuestro sexo biológico, también nos permite ver que tenemos una manera individual de asumir esta identidad y que no siempre será completamente femenina o masculina


Entonces cuando nos referimos a la identidad de género, queremos referirnos a la asimilación y aceptación que una persona puede tener al respecto  de lo que considera que es psíquicamente sin que sea necesariamente binario (hombre o mujer), podemos estar cómodas y cómodos en un fluir constante. 
 

¿QUÉ ES IMPORTANTE AL RESPECTO?
 
Primero saber que la sexualidad y las sexualidades de todas y todos son materia viva en constante construcción y deconstrucción. Podemos fluir en un importante número de posibilidades para vivir respecto a nuestro sexo biológico, genero e identidad, práctica y orientación sexual sin que deba ser motivo de rechazo, violencia o discriminación. 
 
Más allá de las dificultades que aun presentan estos temas en algunos espacios de dialogo, existe la maravillosa oportunidad de vivir plenamente con nuestras hermosas diferencias.  
 
Como siempre es y será un gusto escribir para ti. 

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