EL SUICIDIO

2022-11-29 | Psic. Yoreley Azamar Martínez |

EL SUICIDIO

¿SE PUEDE PREVENIR?


En la actualidad, el 3er informe regional sobre la mortalidad por suicidio publicado en marzo de 2021, indicó que es un problema prioritario de Salud Pública.

El suicidio se sitúa entre las primeras 15 causas de muerte en el mundo, la 2ª causa en grupos de edades de 10 a 24 años y en otros países la 3ª causa en los de 15 a 44; y la tendencia es ascendente, datos registrados por la Organización Mundial de la Salud. 

Sin embargo, los procedimientos de registros, así como los valores sociales y culturales, han tenido un efecto en el subregistro de defunciones que conducen a errores de cuantificación del suicidio.

La conducta suicida es percibida de distinta manera dependiendo del contexto cultural y el momento histórico. Así nos encontramos con regiones donde el suicidio puede percibirse como una traición a la comunidad, ya que como parte de ella, se pierde con la persona, un objeto de productividad y consumo.

Por otro lado, las ideologías religiosas tienen una implicación a partir de la noción del pecado. Cuestiones culturales siempre estarán ligadas a la conducta y al concepto de salud mental.


EL SUICIDIO ERA TODO UN TEMA TABÚ


El suicidio anteriormente era considerado un tabú. La persona y la familia, quedan en el inconsciente de la comunidad marcados, de alguna manera, con el estigma y una especie de discriminación. Por esa misma razón, adquiere importancia conocer la historia familiar.

Cuando en la familia ha existido un evento suicida, la probabilidad de un evento repetido o de implicaciones a la salud mental aumenta. Ahora tras muchos años de pasar desapercibidos estos eventos, se piensa en campañas de prevención, en alzar la voz, en hablar de suicidio, hablar de las causas, y se cuestiona si en realidad existe la posibilidad de prevenirlo. La apuesta es que mientras más se rompe el tabú y se habla alrededor del tema, estamos más cerca de tomar otro tipo de alternativas al cauce del dolor.

Cuando se dice que el suicidio es un problema de Salud pública, se refiere a que el problema no implica solamente a la persona afectada, sino que debe visibilizarse el efecto que genera en sus círculos familiares y en los círculos sociales próximos (vecinos o la comunidad). El efecto expansivo puede implicar abrir la brecha a tratar y prevenir los asuntos relacionados al suicidio, o al mismo tiempo también las puede provocar, si no existe una intervención oportuna.

En diversas ocasiones se asocia el suicidio a Trastornos Depresivos, y no necesariamente es así.

Hay distintas manifestaciones de la conducta suicida que no siempre terminan en un suicidio consumado. Hay intención suicida y para suicidios, que implican autolesiones sin la intención de perder la vida.

El objetivo principal, es terminar con el dolor psíquico, o físico en ocasiones, pero no quiere decir que quieren dejar de vivir. Sin embargo la dificultad se encuentra en que la manera de vivir ha sido dolorosa y no se encuentra el camino para sentir de otra manera.


¿CÓMO PODEMOS PREVENIR UN EVENTO SUICIDA?


Para empezar a hablar de la prevención, es necesario pensar que el hablar abiertamente de suicidio, haciendo las preguntas adecuadas nos muestran un camino de entrada:

-¿Usted ha pensado en lastimarse?,
-¿Usted ha hecho planes para terminar con su vida?, 
-¿Cómo está planeando hacerlo?,
-Identificar el problema,
-¿Ha considerado cuándo hacerlo?,
-¿Tiene acceso a los métodos de autolesión?


Cuando hay respuestas afirmativas a estas preguntas, indica que existe un Plan Estructurado y ese es el momento de mayor relevancia para intervenir. No quiere decir que antes no sea importante pedir ayuda, pero el plan estructurado indica un riesgo MUY ALTO de consumar el acto.

Otros factores de riesgo, implican que persona tenga diagnósticos de salud mental, consumo de sustancias o problemas neurológicos, si tiene dolor crónico (físico, como consecuencia de enfermedades), situaciones de violencia, y escasas redes de apoyo.


ES DECIR: VALORAMOS UN ALTO RIESGO SUICIDA, SI TIENE:


-Plan estructurado
-Acceso a medios
-Baja capacidad de respuesta
-Intentos previos
-Impulsividad
-Consumo de sustancias (alcohol)




PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS


Probablemente usted siente que no tiene la capacidad de saber qué hacer o cómo reaccionar ante una situación de esta naturaleza.
Aquí le proporcionamos acciones concretas que puede hacer en caso de estar con una persona con pensamiento suicida:

1. Escuche sin juzgar.
2. No interrumpa, ni de consejos.
3. El valor de la vida es diferente para cada persona, por lo que el valor que nosotros le demos a la misma, no tendrá sentido para persona, por lo tanto es importante dar el espacio a la pura escucha.
4. Haga las preguntas adecuadas para saber si la persona tiene un plan estructurado. Si lo tiene acompáñelo o busque el soporte de quien pueda acompañarlo al hospital.
5. Sino tiene plan estructurado, acompañe a la persona en el momento de la crisis y asegúrese de dejarlo únicamente cuando la crisis haya pasado, o cuando se asegure que la persona pueda permanecer acompañada.
6. Favorezca las redes de apoyo. En ocasiones uno de los efectos consecuentes es la soledad, por lo que es común que las personas con pensamientos recurrentes vayan aislándose o la gente allegada vaya tomando su distancia, por lo cual es necesario reforzar vínculos que le contengan.
7. Es necesaria la paciencia, si descubre que no tiene la paciencia o tolerancia suficiente, busque nuevamente una persona que pueda formar parte de esta red. Por eso es importante generar redes para poder turnarse.
8. Elimine los accesos a los medios de autolesión. Guarde o saque de la casa los objetos que puedan ser utilizados.
9. Una vez que la persona este más abierta a la escucha, entonces invítele para acudir a la atención profesional.


Es importante solicitar ayuda profesional cuanto antes

vínculos afectivos
terapia
transtornos alimenticios
violencia
adolencentes
familia
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